Esto lo empecé a escribir el pasado día 22, cabreado como un gorila, aunque no lo he publicado hasta ahora porque no lo había "rematado".
Con la cabeza
aún un poco embotada tras la "dura jornada" de ayer, abro esta mañana
el periódico y me encuentro con las siguientes declaraciones del prócer de la
patria de todo a cien que nos hemos agenciado como presidente de
"esto", el Sr. Rajoy: "Si todos trabajáramos con empeño,
cumpliésemos nuestras obligaciones, dijésemos voy a hacer lo que tengo que
hacer sin pensar lo que hacen los demás, las cosas irían mejor". Lo decía
ante los militares que se encuentran destacados en Afganistán en la misión de paz
de la OTAN, poniéndolos como ejemplo de lo que deberíamos hacer el resto de
españolitos para sacar la cosa adelante: callar y tragar.
No seré yo quien
ponga en duda el servicio que presta el ejército en esas labores ni que la
frasecita de marras fuese bienintencionada, con el objetivo de elevar la moral
de nuestras tropas ensalzando su buen hacer. Pero lo que se le ha escapado al
asesor de turno que ha redactado las palabras de nuestro querido presidente es
que con ellas está faltando al respeto a los cientos de miles de trabajadores
que aún quedamos en este país. De su discurso se desprende el mensaje de que
los causantes de la actual crisis no son los bancos y sus directivos inútiles,
ni los especuladores, ni los mangantes, ni los tiburones de la bolsa, ni los
politicastros corruptos que nos rigen. No, señores, los culpables son los
curritos, que se quejan del deterioro paulatino de sus condiciones laborales en lugar
de envainársela convenientemente y sin rechistar, como Dios manda.
Y más delirante
es la cuestión si se mira desde la perspectiva de los cinco millones de
conciudadanos que, en lugar de arrimar el hombro cual soldadito español,
soldadito valiente, se quedan en casita, mano sobre mano y sin dar un palo al
agua ¡Panda de insolidarios! ¡Enemigos de la Patria!
Sr. Rajoy, puedo llegar a
admitir que la política de recortes que viene adoptando su gobierno sea
inevitable, que sea consecuencia de la herencia recibida de anteriores
ejecutivos, que su margen de actuación, como mamporreros de "La
Merkel" y de “Los Mercados”, sea muy pequeño. Vale, lo que usted diga, se
apechugará con lo que venga y esperaremos que, con la mediación de su Ministra
de Trabajo y de su Secretaria de Estado, la Virgen del Rocío, vengan tiempos
mejores.
Pero de ahí a
tener que soportar que nos insulte en la cara, que nos acuse de haber causado algo de lo que
somos las principales víctimas, pues mire usted, me parece que se ha pasado
varios pueblos ¿Quién se ha creído usted que es para insinuar que yo no
"trabajo con empeño", que no "cumplo mis obligaciones" o
que no "hago lo que tengo que hacer"?
Sabido es que a
base de repetir y repetir una mentira, acaba mostrándose a los oídos de la
gente como verdad incuestionable. Pues en esas parece que andan ustedes, en
hacer ver que la crisis la han provocado unos ciudadanos que, como hijos malcriados, han vivido por encima de sus posibilidades y ahora son ellos los que tienen que
pagar sus consecuencias y cargar con el peso de las “medidas de ajuste”.
Desde su
posición, cada vez más distante de aquellos a quienes representan y SIRVEN, usted y el resto de la clase
política no parecen capaces de percibir el drama humano que la actual
situación está suponiendo para muchos de sus paisanos y de mostrar hacia ellos,
cuanto menos, un poco de comprensión y respeto. Me gustaría que
hubiese tenido usted cara a cara a la señora que acaba de llamar a mi puerta
mientras escribo estas líneas, pidiendo algo para comer con los ojos inundados
por la vergüenza. A lo mejor la próxima vez se lo pensaba antes de decir en
público una gilipollez del calibre de la que nos ocupa.
Con el debido respeto, Don Mariano, váyase usted al carajo.
Con el debido respeto, Don Mariano, váyase usted al carajo.
Si la señora que llamó a tu puerta hubiese tocado la de Mariano,con unas moneditas aliviaría su deber cristiano.
ResponderEliminar¡¡Váyase usted señor Mariano!!¡¡Váyase usted al carajo!!
desde el inicio los "señalados" como causantes de todo esto son los currantes sean funcionarios o no, y los que no "quieren" trabajar(los parados). vamos el pueblo. yo también me indigné bastante cuando lo escuché, e imagino que la mayoría de la gente. son mezquinos, viven alejados de la realidad, la cual les importa un carajo.
ResponderEliminarun saludo crack
Más razón que un Santo Sr. J, conclusión... a seguir tragando, con el anterior, con éste y el que venga, Spain is diferent!!!
ResponderEliminarEl fuego purifica....
ResponderEliminar¡Eso! eso es lo único que me tiene desconcertado... ¿cómo es que nadie le mete fuego a esto? Y no se entienda mi comentario como arenga a las masas, no. Es una reflexión en voz alta... ¿cómo es que nos tienen tan embobaos? ¡¡si hasta el Papa dimite!! (lo primero que me pregunté es ¿qué edad tendrá la monja?)
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