lunes, 16 de septiembre de 2013

UNA EXPERIENCIA JOCOSA.

Aquí andamos, de regreso de vacaciones, readaptándonos a la rutina del curro y tratando de recuperar sensaciones sobre la bicicleta. En fin, lo típico de septiembre. Pues a estas altura toca entrada en el "blog" para relatar mi viajecito veraniego, que en esta ocasión ha discurrido por el suroeste de Canadá.

Empezaré aclarando el título de la entrada. “Resurta de que” la guía que ha conducido (de aquella manera, como explicaré) nuestros pasos por Canadá era una “quebequoise” perfectamente francófona y que de mala manera chapurreaba el castellano. Por ello, cuando se refería a las Montañas Rocosas lo hacía con ese acento gabacho que le llevaba a pronunciar “Montañas Jocosas”, provocando el consiguiente descojone del personal.

Lo de la guía fue para echarle de comer aparte. Ignoro si conocería la parte este de Canadá, de la que era originaria, pero en el oeste estaba más perdida que Sergio Ramos en una entrevista con Punset. No tenía ni puta idea. Para que os hagáis una idea:
  • Perdió al grupo por la ciudad de Calgary el primer día de viaje. Hay que tener en cuente que dicha ciudad es cuadriculada como la cabeza de la Merkel. La metes en Sevilla en el Barrio de Santa Cruz y tienen que mandar a Lobatón a buscarla.
  • Perdió su cartera con, entre otras cosas, todas sus acreditaciones como guía.
  • Perdió las fotos que había hecho en su cámara.
  • Perdió el autobús tras una ruta de senderismo (me preguntó a mí si sabía dónde estaba).
  • Nos perdió repetidas veces por el campo.
  • Nos perdió en los remontes de una estación de esquí, metiéndonos en uno específico para bicicletas.
  • La virginidad creo que ya la traía perdida…
Era curioso su empeño en hacer cada día una fotografía de grupo para enviarla a la agencia de viajes. Llegamos a sospechar que era para que se quedasen tranquilos al comprobar que al final de la jornada no había bajas y que estábamos todos aún vivitos y coleando.

En fin, un verdadero desastre de mujer. Menos mal que el conductor del autobús, Andrew, controlaba tela y además conocía un montón de detalles de la zona. Un tipo curioso el tal Andrew: casi dos metros de canadiense, con un impresionante mostacho y cejas a juego. Y a pesar de esa pinta de comerse a los niños enteros, era un apasionado de la lectura; aprovechaba el más mínimo instante para devorar letra impresa.


Aquí Andrew con Pepa y servidor.

El planteamiento del viaje era el de incluir rutas de senderismo casi todos los días (nueve). A pesar de que se hicieron pateos todos esos días, algunos quedaron un poco (o un mucho) recortados por la ineptitud de la guía, aunque al menos dio para mover algo las piernas y ganarse las pintas de Canadian o de Kokanee. Alguna sí fue un poco más seria, como la subida a los “Seis Glaciares” en Lake Louise, con algo más de 16 km y un desnivel positivo de 550 m.

Bueno, al margen de estas historias, os diré que Canadá (al menos la parte que visitamos) es un país espectacular, como podréis ver en las fotos que pongo a continuación.


Castle Mountain. Una imagen típica de las Rocky Mountains.


Emerald Lake (Lago Esmeralda). Así llamado por el color de sus aguas.


Takakaw Falls. Impresionantes cataratas.


Vista de Lake Louise desde el sendero que asciende hasta Six Glaciers.


Arriba, en Six Glaciers. Aquí hacía bastante "rasca".


Moraine Lake ¿Y a éste por qué no lo llamaron Esmeralda?


Aquí también hacía tela de frío. Espectacular la carretera que lleva de Banff a Jasper, atravesando una zona plagada de glaciares.


Bow Lake.


Peyto Lake. Otro lugar flipante en el que incluso nos cayeron unos copos de nieve.


Athabasca Falls. Más cascadas.


Maligne Lake. Otro lugar feísimo.


Robson Mountain. Impresiona.


Otra vista de Robson Mt.


Pateo por el entorno de Robson Mt.


Kinney Lake. No sé si he puesto la foto al derecho o al revés.


Saphat Falls.


Helmken Falls ¡Será por cascadas! Éstas, para mí, las más espectaculares.


Esto es en una parada que hicimos, junto a una carretera cualquiera.


Curioso el tema de los osos. Por allí son bastante abundantes, sobre todo el oso negro, más simpaticote y buena persona y más raro de ver el "grizly", bastante más cabroncete y con malas pulgas. Resulta que cabe la posibilidad de que un bichejo de estos la tome contigo y decida ajustar cuentas a la especie humana utilizándote a ti como víctima. Pues bien, para que te defiendas de una bestia parda que llega a pesar más de 600 kg, alcanza 2,4 m de altura sobre sus patas traseras, puede nadar, corre a más de 50 km/h, trepa a los árboles, tiene garras de 10 cm y dientes de hasta 8 cm, los cachondos de los canadienses te dan ¡ESTO!


Pero, vamos a ver ¿"Eso" cómo se dispara? ¿Por dónde se carga? ¿Cómo se apunta? ¿De verdad piensan que un oso de pelo en pecho (y en el resto del cuerpo) se va a achantar porque le toques un cascabelito?

Al final, una de las compañeras de viaje, Marta, sevillana ella, dio con la clave: cuando te ataque un oso pardo grande como un trinquete, tienes que estar rápido y arrojarle el cascabelito para que el animal juguetee con él y se entretenga, dejándote a ti para mejor ocasión.

Para casos más graves, en los que el oso no sea de la subespecie juguetona, se lleva a mano un "espray antiosos" como éste. 


Es algo así como los "esprays" de pimienta que se usan contra los violadores, pero me da a mí que si al osito se le mete en las narices violarte, acabas con el botecito ese de pimienta metido donde dijimos. 

Y para que se vea que la cosa de los osos va en serio, ha aquí uno de los que vimos desde el autobús.




¡Hombre, las simpáticas ardillas! La primera que ves te hace tela de gracia y le tiras fotos como si tuvieras enfrente a la mismísima Kate Upton en pelotas. Con los días empiezan a ponerse pesadas y, a fuerza de verlas por todos lados, acaba uno hasta los mismísimos de esas ratas con rabo gordo. Eso sí, ésta que fotografié no me digáis que no era simpática ¡Mira qué carita!


Otro animalito, en este caso un tipo de ciervo (Mule deer).



Estos son Wapities. Son parecidos al caribú y la mar de tranquilitos. Aquí se estaban comiendo el césped, árboles y flores del hotel en el que nos hospedábamos en Jasper.



¿Doctor en Alaska?



También vimos salmones remontando ríos...



...para llegar a su lugar de nacimiento para desovar y "espicharla" después.



Bueno, ya que, presuntamente, este es un "blog" de ciclismo, ahí van unas fotillos del tema. Son de Whistler, una estación de esquí que en verano se transforma en un paraíso de la bicicleta de descenso. Tiendas con alquiler de "maquinones", tipos vestidos de rapero con protecciones y casco integral por todos lados (muchos de ellos cojeando), remontes dedicados exclusivamente a las bicicletas... En fin, que hasta me entraron ganas de bajar alguna pista (de las facilitas, eso sí).




En Whistler coincidimos con un "IronMan". Aquí el parque cerrado de bicis.



Alguno llegó bastante perjudicado.



Concentración de "Chevys" (Chevrolet Corvette) en Sun Peaks. Increíble cómo los tenían de relucientes sus propietarios. El motor de cualquiera de estos juguetitos estaba más limpio que el salpicadero de mi coche (no exagero en absoluto).


Se nota que Canadá es una potencia en producción de petroleo ¿no?


Estos "miniutilitarios" estaban por todas partes.


Vancuover, última etapa del viaje. A pesar de los rascacielos es una ciudad muy agradable, con parques, playas, y muchas zonas por las que pasear.


En fin, que he decidido hacerme un poquito canadiense.



9 comentarios:

  1. Jajajajajjaaaaaaaaa.
    MUY BUENO JOSÉ LUIS.
    Has dado en el clavo con todo.
    Perfecto resumen de lo que fue el viaje y sobre todo en lo que se refiere a nuestra "querida y añorada" guía/acompañante.
    ¿Conseguiría llegar a su casa, o estaría mal balizado el camino y todavía no habrá llegado?

    ResponderEliminar
  2. Hola, soy Soledad, muchas gracias José Luis las fotos extraordinarias,como las de casi todo el mundo supongo, a ver si Mariano nos manda su blog no he conseguido encontrarlo. Estoy completamente de acuerdo contigo en todo y así se lo he hecho saber a Arawak, ya que conozco a los dueños desde hace muchísimos años, no somos los únicos mucha gente les ha dado su idea del viaje, el resultado es que es un viaje maravilloso, pero tenemos la sensación de que no lo hemos disfrutado completamente por los fallos que ha habido. Me has dado un alegrón saber que hice 16 km. y 550 de subida en el lago Louise tu y tu cuentakilómetros de estar por casa pero que tanto nos animaba a seguir....muchas gracias a Pepa y a ti por vuestro sentido del humor, por estar ahí y darnos seguridad simplemente por saber que estabas ahí a los que ibamos por el medio-final de las marchas has sido un "excelente guia" y compañero de viaje. Yo también espero volver a Canadá queda mucho por ver y por hacer, a tus jocosos comentarios sólo añadiría que para mi la culpa principal es de las dos agencias, especialmente la mia de España porque es a la que yo he pagado, espero sinceramente que tomen cartas en el asunto de cara a otros viajes, porque el viaje vale la pena, y que les digan a los franchutes del este que no somos idiotas, eso si a nosotros nadie nos devuelve lo que hemos perdido, pero a pesar de todo ha sido un viaje mágico, no por las agencias ni por el guía, sino por el PAIS, una maravilla. Un abrazote a todos los que lo leais.
    Soledad - Madrid

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por comentar, Sol ¡Y déjate de echarme flores, que me ruborizo! Un abrazo.

      José Luis.

      Eliminar
  3. Gracias José Luis por este pedazo de reportaje del viaje, me he permitido, con tu permiso, copiar algunas de las fotografías. Lo que más me ha gustado es la introducción a las Rocosas o Jocosas, fantástica.
    Es cierto que al final de un viaje solo nos queda lo bueno, y opino como Soledad que los responsables últimos son las dos agencias tanto Arawak como la Canadiense. Todos estos señores que serán señores de negocio, creo que pondrán los medios para que estas cosas no se repitan.
    Pero ahora es otro momento, gracias por preocuparte de buscar mi mail y hacerme llegar este blog que me ha alegrado el cumpleaños.
    Un abrazo muy fuerte a todos los compañeros.

    ResponderEliminar
  4. ¡¡Pues y a mí qué me ha gustado la guia!! en estos tiempos,con todo tan controlado,estructurado,organizado..y con la virginidad ya perdida y todo,me gusta me gusta ¿es mona Jota?

    ResponderEliminar
  5. Hola Jota, soy Javi Baca, te agradezco que como siempre me hayas hecho pasar un buen rato leyendo una de tus crónicas, en esta ocasión además acompañada de excelentes fotografías. En esta pesada tarde de trabajo has sido capaz de transportarme a lejanos territorios e imaginarme en bici por senderos llenos de ardillas, ciervos y osos, con cascabel o sin cascabel. Ya me contarás más cosas cuando nos veamos, sobre todo de la cerveza canadiense, que algo has insinuado pero no te has extendido demasiado. Un abrazo

    ResponderEliminar
  6. ¿DE LA CERVEZA CANADIENSE?

    CUENTA, CUENTA, JOSÉ LUIS!!!!!

    CUENTA A TUS AMIGOS QUE LA CERVEZA EN CANADÁ, QUITANDO EL SITIO DONDE CENAMOS EN SQUAMISH, EN LOS DEMÁS SITIOS "NO LA TIRAN TAN BIEN COMO EN MADRID".

    Jajajajajajajaaaaaaaaaaaaa

    ResponderEliminar