miércoles, 29 de agosto de 2012

¡QUÉ BIEN SE ESTÁ(BA) DE VACACIONES!

Pues eso, que aunque ya casi ni me acuerdo de mis días de vacaciones, voy a rememorar por aquí algo del viaje que hicimos Pepa y yo a finales de Julio. Estuvimos 10 días en Eslovenia, con una noche más en la impresionante (y masificada) Venecia. Eslovenia es un pequeño país completamente recomendable. La zona por la que anduvimos son las últimas estribaciones orientales de los Alpes (Alpes Julianos y otras formaciones cuyo nombre no recuerdo ni me voy a poner a buscar). Paisajes montañosos, todo muy verde, bosques espectaculares, ríos de agua limpísimas (y frías de cojones), lagos... En fin, una monería (en serio).

El planteamiento del viaje era con un club de senderismo de Madrid, lo que implicaba mucho pateo por el campo, subiendo algunos picos sin excesiva dificultad, aunque requerían de cierta preparación física.

En este caso se tratará de una entrada básicamente gráfica: pocas palabras y más "afotitos".



Más o menos así es toda la parte de Eslovenia por la que anduvimos. Montañas, bosques, prados, cabañas... No, no vimos al abuelo de Heidi .




Este es el río Soča (léase "socha"). Espectacular la coloración azulada de sus heladas aguas.





Paisaje desde la cumbre del pico Slemenova (o algo así). La foto no es muy buena pero os aseguro que las vistas son alucinantes.




Garganta de Vintgar. Otro precioso paraje, cerca de la localidad de Bled.




Esto es Velika Planina (Gran Planicie en la lengua que hablan allí). Es una zona de pastos de montaña y las cabañas son lugar de residencia de los pastores durante parte del año. A pesar de su aspecto rústico cuentan con bastantes comodidades en el interior.




Foto tomada durante la ascensión al pico... ¡"Cachis", tampoco recuerdo el nombre! La cumbre que se ve al fondo es el Triglav, la más alta de Eslovenia y símbolo nacional (aparece en su escudo).




Como país que es, tiene su capital y todo: Ljubljana ("liubliana" se pronuncia, más o menos). Se trata de una ciudad de unos 300.000 habitantes cuyo centro es muy agradable y con un ambientillo curioso.




Tiene hasta sus polis en bici.




Esta es la localidad de Bled, con su castillo "entoloarto".




Lago de Bled con su isla al fondo. El pueblo de Bled está alrededor del lago. Es un lugar magnífico para darse un baño y nadar tranquilamente. El agua está a una temperatura estupenda.




Demostración de lo del baño, con el patito feo como protagonista. El patito feo es el blanco con el pescuezo más largo.




Hombre, darse un baño sí pero ¿qué coño harían estos dos?




Esto ya es otra cosita. Si el agua del lago de Bled está a una temperatura inmejorable, la de esta cascada en el Soča estaba absolutamente congelada. Aunque no se vea muy bien ahí estoy con Pepa bajo el gélido chorro.





Pateando hacia la cima del pico cuyo nombre no recuerdo. El que está en primer plano es Mitja ("mitia"), esloveno pareja de la guía que llevábamos (Sara) y que le echó una mano en un par de rutas para conducir el rebaño. Buena gente los dos. Eso sí, parecían cabras: cada yerbajo que veían por el camino decían que era comestible y que iba bien para tal o para cual cosa.




No se puede abandonar la bici del todo...




...aunque es mejor complementarla con ejercicios del tren superior.




¡Ahí está el tío! Haciendo cumbre. El Triglav al fondo.




Todo españolito lleva un torero dentro.




Eso sí, la rubia que no falte.




Esto ya no es Eslovenia. Son unos lagos a pocos kilómetros de atravesar la frontera italiana. Tampoco recuerdo su nombre. Por ahí lo tengo apuntado pero me da pereza buscarlo. Eso sí, bonitos lo son un rato.




La vista es desde Italia, pero las cumbres del fondo son, en parte, eslovenas.




Allí patea por el campo todo Dios.


Bueno, esto es todo, espero que os haya gustado. Lo dicho, Eslovenia es un destino 100% recomendable.



1 comentario:

  1. Hasta que no he visto las fotos de las birras, creía que tenías un escriba que te hacía las entradas de tu blog... je je

    Fdo.: El tío de los residuos...

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